This article has been translated by Ana María González, retired professor of Spanish and French at Texas Lutheran University. Read the story in English here.
Una tienda local cubana de productos comestibles está abriendo nuevos locales en todo el condado de Béxar para satisfacer las necesidades de la creciente población.
Cuban Grocery Co. abrió una tienda en Babcock Road la semana pasada. Es la tercera sucursal en San Antonio que abre en los últimos meses.
Los copropietarios José Alejandro Madrigal y Alain Fernández se hicieron amigos a través de conocidos mutuos después de que ambos se mudaron a Texas desde Cienfuegos, Cuba, hace ocho años. Trabajaron en el negocio de los camiones durante un par de años antes de abrir Cuban Grocery Co. sin ninguna experiencia empresarial. Madrigal fue anteriormente profesor de ingeniería en Cuba.
Los copropietarios explican que desarrollaron un “instinto” para administrar el negocio, fuertemente motivados por el deseo de acceder a oportunidades que no tenían en su país.
Casi dos años después del inicio de su creciente imperio, las tiendas son conocidas por sus jamones, bebidas y productos únicos.
“Se nos ocurrió la idea debido a la necesidad de la comunidad cubana. No había productos [alrededor] con los que hubiéramos crecido. Vimos la necesidad y decidimos hacerlo”, indicó Madrigal.
Una variedad de sazones (condimentos), perfumes y postres populares cubanos atrae a los clientes.
El crecimiento demográfico crea nueva demanda
Madrigal y Fernández, que viven actualmente en Austin y tienen vínculos familiares con San Antonio, abrieron su primera tienda en Austin en mayo de 2022. Los clientes de San Antonio les sugirieron abrir una tienda más cerca a los miembros locales de la comunidad cubana.
Siguieron su consejo y abrieron una segunda tienda en Blanco Road en diciembre de 2022. Ampliaron su negocio hacia Converse en septiembre de 2023 con otra tienda y, recientemente, un nuevo restaurante.
En el local de Q’Bolá, jerga cubana para decir “¿Qué pasa?” — un chef cubano sirve batidos de mamey afrutados, pizza cubana y café con espumita (azúcar batida a mano y expreso que se convierte en crema).
La demanda de productos y cocina cubanos proviene de la creciente población. Desde 2021, la población cubana es la cuarta de origen hispano residente en EE.UU., empatada con la de República Dominicana, y se concentra en Texas, después de Florida.
Ha habido un aumento de aproximadamente el 78.3% de cubanos en Texas entre 2000 y 2022, según el Instituto de Política Migratoria.
En el condado de Béxar, el 72% de los residentes nacidos en el extranjero son de América Latina.
Fernández describió que darle a la comunidad cubana acceso a alimentos que de otro modo no podrían obtener, ni siquiera en Cuba, es muy emotivo.
Sólo alguien que haya vivido en un país como Cuba, “y luego llegue a un país de libertad como éste”, puede entenderlo, afirmó.
El restaurante muestra fotografías de la vida en Cuba que los turistas tal vez no conozcan: edificios derribados, ancianos vendiendo fruta en la calle y retratos de personas.
Muchos de los que salen de Cuba han experimentado la falta de alimentos, y todavía tienen familiares y amigos en casa sentados durante horas de apagones programados sin acceso a ingredientes como azúcar o arroz.
Pero cuando los cubanos llegan a Texas, encuentran abundancia de plátanos, boniato y malanga, e incluso delicias como arroz con leche, pero “estilo cubano” y rollitos de guayaba, recién hechos en panaderías cubanas en Florida.
“La situación en Cuba es muy difícil”, expresó Madrigal.
“No hay nada para comer. Las madres no tienen comida para alimentar a sus hijos. [Hay] apenas dos o tres horas de electricidad. Es muy difícil. Hay que vivirlo para entenderlo”, explicó Fernández.
Nostalgia de marca latinoamericana
Los productos en los estantes de Cuban Grocery Co. son marcas que no encontrará cerca. Pero no son exactamente de Cuba.
Debido a los embargos comerciales, los productos en realidad provienen de empresas que fabrican “los mismos” productos con fórmulas parecidas en Florida, explicaron Madrigal y Fernández. Pueden hacerlo comprando los derechos para el mercado estadounidense y luego vendiéndolos a proveedores en diferentes ciudades.
Cuban Grocery Co. trae entre seis y ocho tarimas llenas de dichos productos cada semana para distribuirlos en sus tres tiendas en San Antonio.
Ser testigo de la nostalgia de los clientes por los productos en los estantes es una recompensa, expresaron los copropietarios. Se necesita un equipo de 24 empleados para que esto suceda.
El lunes, una mujer de unos 70 años llenó ansiosamente su carrito de compras con una variedad de productos, entusiasmada con los sabores familiares.
Era la primera vez que Clara Martínez visitaba la tienda cerca de su casa. Salió con seis bolsas de sus cosas preferidas, entre ellas yogur El Latino, Malta India (una bebida cubana parecida a la coca cola) y un manojo de culantro fresco, hoja conocida para hacer sofrito, condimento clásico que es base para cocinar en Cuba y República Dominicana.
“Hay tantas cosas. Así, me encanta”, dijo con una gran sonrisa, señalando la malta.
El futuro de Cuban Grocery Co. es desarrollar una franquicia y tener mercados más grandes que incluyan comestibles, productos para el cabello y artículos para el hogar, como mesas de dominó y cafeteras moka para café expreso cubano.